viernes, 28 de marzo de 2014

LOS 15 PERSONAJES QUE TE PODÍAS ENCONTRAR EN UN CARTEO

 En tiempos sin internet, enviarse cartas entre liceos de hombres y mujeres era pan de cada día y en cada carta que se enviaba uno se podía encontrar con una diversa fauna de personajes con los que intentabas interactuar, a veces con muy buenos resultados y otras veces, ni tanto... de hecho, con rotundos fracasos. Revisémoslos!!

 

1. El fome.

El más latero que te podía tocar. Era un loco que preguntaba: Hola, cómo estás. ¿Cuál es tu música favorita? ¿Tienes mascotas? Y ya está. Se finí la carta. Fooooooome. Y luego uno intentaba ponerle otras preguntas más colorientas y nada que nada. Las respondía con monosílabos y tiraba otra pregunta más fome aún: Tienes hermanos? Fooooooome.

 

2. La amiga.

Otro personaje latero: "Me encanta cartear porque me encanta tener amigos, muchos amigos". Cuando lo único que uno quería era conocer a alguien para ser más que amigos, por que ya teníamos bastantes en nuestros liceos municipales sobrepoblados, pero no, ella sólo quería amistá. Latera.

 

3. El Sound.

En los tiempos de Amerikan Sound, La Gran Magia Tropical y Ráfaga, los seguidores de estos grupos abundaban, y en un carteo podías toparte con alguno de ellos, el cual en cada carta te dedicaba una canción: Luna, Yo me enamoré y Una Ráfaga de Amor, y cuando ya agarraba confianza, subía la temperatura con El Polvito o Haciendo el Amor. Lo que más que conquistar... espantaba.

 

4. La excéntrica.

Una chica muy original que no buscaba conocer chicos, sino descolocarlos, y en una de esas si el chico era lo suficientemente abierto de mente, iniciar algun tipo de relación amistosa. Pero con sus preguntas extrañas, su forma de escribir en círculo, clave morse o con jeroglifos y sus anécdotas poco comunes, generalmente terminaba asustando al jovenzuelo que le tocaba, e en ocasiones llegaba a ser tema de discusión en el curso de los chicos, quienes leían la carta en voz alta y luego debatían si le respondían algo o no. Ay hombres y sus mentes pequeñas que no entendían a esta chica adelanada a su época.

 

5. El Chico o Chica Ideal.

Este nunca existió.

 

6. La Virgen.

Tierna, inocente, es su primer carteo de la vida, de hecho no ha escrito cartas más que al viejito pascuero o a sus papás. Y cuando le preguntas por si ha dado su primer beso, ella, a diferencia de muchas otras, responde sin chistar que no, jamás ha sido besada. Y una de dos, o te decepcionabas y lanzabas la carta al basurero con chicles pegados de la sala, o te proponías conocerla, ir a buscarla a la salida del colegio y llevarla a conocer los caminos del amor adolescente.

 

7. El caliente.

Qué personaje más nefasto, todo lo relacionaba a la Coza Sezual, todo! Desde la simple pregunta de tienes mascotas: "Sí, tengo dos perritos y se dan como caja en el patio, mi mamá les tiene que tirar agua caliente pa que se separen!". Hasta preguntar directamente y sin una pizca de vergüenza: ¿Eres virgen? Si no lo eres, ¿Cómo perdiste tu virginidad? Y además, luego mentía descaradamente: "Yo la perdí con mi profesora de Castellano". Saaaaaaaaaaaalta pal lao!!

 

8. La Metalera.

En el curso todas se volvían locas con un carteo, pero había una chica que miraba a todas con un gesto de desdén: pobras minas dependientes de las relaciones con hombres. Era la metalera del curso, o la grunge, o la punk, en definitiva... la rebelde. Aunque igual terminaba participando en el carteo, con una carta que dejaba en claro que lo hacía sólo para ocupar el tiempo en algo y sin ninguna expectativa. Lo peor era que siempre le tocaba el gil más pastel, lo que hacía que se decepcionara aún más del mundo y del sexo opuesto.

 

9. El perno.

Era el mejor amigo del fome. Pero por lo menos  se notaba su esfuerzo en hacer preguntas más entretenidas, pero que hacían notar su pernitud a mil metros de distancia: ¿Ya diste tu primer beso?... ¿Cómo es? o ¿Vas a fiestas?...¿Cómo son?. O partía su carta así: Disculpa que sea tan perno, pero es mi primer carteo y no quisiera ser fome............ Muy mal comienzo.

 

10. El mentiroso.

Este si te tocaba estabas destinada a juntarte con él y descubrir que todo era una gran farsa, nunca fue el mino que se decía, nunca fue mayor que tú, nunca tuvo amigos guapos o simpáticos y nunca fue parecido a Leo DiCaprio. Lo que nos enseñaba que con cartas, teléfono, el chat o el internet, siempre la gente mentirá.

 

11. La lanzada.

La primera carta y ya quería juntarse. Nada de preguntas longis ni rodeos. ¿A qué hora sales del colegio? Yo salgo a las 2 (Ojo que antes no había esto de la jornada completa). Y si tú no querías juntarte con ella y eludías la pregunta, ella te cortaba el carteo. Así no más. Cero burocracias. Directo al grano.

 

12. El maduro.

Este chico podía ser un bacán o un latero. Lo primero era cuando efectivamente el chico era más serio que todos los otros que participaban en el carteo, podías escribirte interesantes cosas en cada carta y luego juntarte con él y pasarla muy bien y ser su amiga o algo más. Pero también podía ser el loco más latero, ya que partía diciendo: A mí no me gusta mucho esto de los carteos, son como de pendex, pero igual quise cachar porque a veces me aburro en clases y ...... CUAC! No daban ni ganas de responderle a alguien que de buenas a primeras te decía que eras sólo un relleno para sus momentos de ocio y aburrimiento.

 

13. El literato.

Este personaje escribía laaaaargas cartas con citas de textos dedicados a ti. Y no amorosos necesariamente, sino de lo que le gustaba y quería compartir contigo con unas ganas infinitas. Lo cual funcionaba cuando le tocaba una literata al otro lado, pero en general, le tocaba la que en vez de leerse los libros para el colegio, se leía los resúmenes de la hermana mayor o las primeras y últimas páginas para salvar la prueba. Aunque luego de leer la carta, le entraba un bichito de querer entusiasmarse por la lectura para conquistar a este galán intelectual, que bajo sus lentes y pelo ordenado llevaría un lobo feroz y apasionado, pero no, a la primera página del libro que le robó a su hermana mayor del velador, perdía las ganas y esperaba al siguiente carteo. Y el pobre literato al no recibir respuesta, se sumía en su lectura y odiaba el mundo, tal poeta maldito.

 

14. La Pascualina.

Esta chiquilla más que poner preguntas y letras llenaba las cartas con stickers de su agenda Pascualina del año, lo que no era muy bien recibido por quienes no gustaban de las frases amorocitas y dibujos tiernos. Por lo que aquella carta quedaba relegada al olvido la mayoría de las ocasiones, aunque el chico que le tocaba, a veces, en vez de botarla a la basura, fingía que lo hacía y luego guardaba la cartita de recuerdo, talvez nunca más alguien le escribiría algo con tantas cosas bonitas... awwww.

 

15. Las Todos en uno.

Estos eran grupos de cabras pelusas que inventaban chicas para engañar a los ilusos jóvenes que confiaban plenamente en el carteo como método para encontrar su chica ideal. Por lo que inventaban un personaje entre todas echando a volar su imaginación, y en general el invento resultaba un éxito, hasta que a la tercera o cuarta carta el joven iluso del otro lado comenzaba a sospechar que aquel perfecto personaje podía ser una farsa, y lanzaba la pregunta del millón: ¿El viernes tienes algo que hacer? Te puedo pasar a buscar a la salida. Y adiós farsa, la carta no tenía respuesta y el joven ingenuo debía lidiar con la decepción y hacerse el ánimo de ahora sí cartear con alguien verdadero. Poooobreciiiito.

lunes, 24 de marzo de 2014

10 COPETES NOVENTEROS ESCOLARES (Y que aún siguen pegando)


1. Chimbombo

Un clásico que todavía no cede el trono entre escolares como el copete más cundidor y rancio a la vez, consistente en un gran bidón o garrafa de vino de dudosa calidad y procedencia, combinado con jugo en polvo, de dudosa calidad también, nada de Livean ni cero calorías, con cueva un Yupi. Típico de los cimarreros y de las juntas en la plaza después del liceo.




2. Guatero Galáctico

Vino barato envasado en bolsas de aluminio (sí, como las de Chocapic) pero grandes. Rancio como él solo, también de dudosa calidad y que cundía para todos los comensales, quienes luego de beberlo a destajo, al día siguiente se veían azotados por una caña monumental, a veces de más de un día, además de llevar los labios pintados de un bello morado toda la tarde y hasta la noche. Nada mal, cierto?




3. Piscola

Antes de tener que ceder ante los combinados con Ron y Vodka, que en esos tiempos eran pah los cuicos, la Piscolita era reina de las juntas noventeras post colegio, ya fuera con Pisco Control o Limarí, el segundo, era el más barato... y el más malo. Pero sin importar la calidad, lo importante era poder comprar el pisco, la coca y pa adentro.



4. Chela Cristal, Báltica o Doragua

La Chela, siempre popular y pasión de multitudes. En los 90 la más consumida era la Única, Grande y Nuestra, seguida por las Baltilocas y las desabridas Doraguas. Ya que Escudo todavía no se posicionaba en los carretes mayoritarios. Dícese también que a finales de los 90, Báltica daba su batalla por ser la reina con una promo muy recordada: 3 Bálticas de LITRO a LUCA!! Hermoso. 



5. El Tropikal

Mezcla suave y frutal de Vino blanco con Piña (Entiendase cualquier hueá de Piña, Piña en conserva, Jugo de Piña, Kem, jugo en polvo de Piña, Kapo de Piña, remedios con sabor a Piña, etc.) y aun se le ve entre escolares y universitarios, dado su precio módico y su dulzor, aunque eso también es lo más peligroso, ya que estás diciendo: pero si parece juguito! y no te das ni cuenta cuando estás güitreando al lado de un árbol o comiéndote a tu mejor amigo.



6. Vino Grosso y Fresco

El vino en caja jamás dejará de reinar entre los incipientes bebedores, es fácil de esconder, en especial si viene en cajitas chicas y tiene sus líneas juveniles, como estas marcas que se proponían ser los vinos de los jóvenesh. Aunque no pensaban serlo de los tan jóvenes, pero es que siendo barato y cundidor, el escolar no hace asco y chum pa adentro.






7. Manquehuito en botella

Manquehuito fue ícono de los 90, para grandes y chicos, aunque igual era considerado "trago de mina", ya que era suavecito, tenía burbujitas y tenía un nombre fifí, por lo que era más de carrete de casa que de plaza después del colegio.



8. Jote

Exquisita mezcla de vino tinto y Coca Cola con la que cualquier catador snob de vinos se iría de espaldas, aunque dada la calidad del vino al que podía aspirar uno a consumir siendo un pequeño mozuelo, es un alivio haberlo combinado con algo más.



9. El Diablito

Si bien no es un copete en sí, necesita alcohol para existir, ya que sin la caja de vino o la botella con piscola, no sería posible disfrutar de su magia. Típico recurso cuando ya se acababa todo y sólo quedaba el concho bigoteado, por lo que se procedía a hacer un orificio en la caja o botella, se introducía un cigarro y luego se inhalaba el humo alcoholizado por la boca de la botella o la caja. Una experiencia religiosa... y muy rancia.



10. Aguardiente

Y cuando no quedaba plata, se recurría a la clásica aguardiente, ya fuera la que vendía el tío de la Boti o la que alguien le robaba a su papá de la casa, y a puras tapitas... terminaban todos como guasca.



viernes, 21 de marzo de 2014

15 SITUACIONES NOVENTERAS QUE NO SE OLVIDAN

 

1. Sacudir el borrador.

En aquellos tiempos en que las pizarras en su mayoría eran de tiza, llegaba el momento en que el borrador estaba tan lleno de polvillo blanco que había que ir a sacudirlo. Y era la oportunidad para los más capeadores de ir a sacar la vuelta al patio con el pretexto de ayudar a la profesora. Era el único momento en que los más desordenados del curso se peleaban para ser escogidos y llegaban a darles calambres en el brazo por la poca costumbre de levantar la mano.

2. El carrete con Chis pop.

Fuera el carrete que fuera, perno, popular, de tarde, de noche, de grandes, de chicos, no podía faltar el chis pop, aquellas hermosas pelotitas de suflé de colores y distintos sabores (aunque luego de comer cientos ya no se sentía ni una diferencia). A esto lo acompañaban a veces los Chester (antes de ser Cheetos), la papas fritas Barcel y la torta piña crema.







3. Batalla por las láminas.

Pasión de chicos y grandes con alma de niños, las batallas por ganar láminas eran pan de cada día en los recreos y horas libres. Y para ganar la lámina todo valía desde la excesiva curvatura de la palma de la mano para agarrar piolamente las láminas y darlas vuelta, hasta el escupo-pollo-pegajoso que ayudaría a que la lámina se pegara y se volteara. Aunque eso conllevaba el riesgo de ser acusado por los más agujas y no ganar la lámina en disputa.

 

4. El juego de la botella.

Desde tiempos inmemoriales, cuando en las fiestas no se daba el destape reggaetonero y todo era más difícil si uno quería agarrarse a alguien, el simpático juego de la botella era la excusa perfecta para besar al chico o chica que te quitaba el sueño (y a veces todavía lo es, pero con versiones y penitencias evolucionadas). Aunque como a este juego lo gobernaba el azar, en general no sucedía ese anhelado momento en que besabas a tu amor, si no todo lo contrario y te tocaba tirar con quien te caía más mal y que más encima se aprovechaba del pánico y te plantaba un calugazo de esos que por más que no quieras recordarlo, aparece siempre en tus pesadillas.

5. Intercambio de esquelas.

Aquellas lindas hojitas con monitos y diseños que se intercambiaban y coleccionaban en carpetas, cuadernos, cajitas, etc. Una práctica muy común entre las infantes, púberes y tempranas adolescentes, las cuales entre cada clase y recreo se dedicaban a hacer transacciones y trueques para acrecentar las colecciones del popular artículo. Pero siempre había una chica (maldita pécora) que tenía más esquelas que todas, y no sólo eso, sino que tenía las más bonitas y exclusivas, y la pesada no las intercambiaba, sólo las mostraba. Qué rabia!! 

6.La micro que no para por ser escolar.

En los tiempos de micros amarillas, cuando le pagaban a los choferes por pasajero, estos al ver a escolares, ya sea solos o de a muchos, apretaban el acelerador y se pasaban el paradero, esto porque el pasaje de los colegiales no les significaba gran ganancia y mejor llenar las micros con pasajes adultos. Era común estar largos ratos intentando que una micro te parara o rogando que apareciera una manada de adultos y poder subirte cuando les parara a ellos. Esto provacaba la mayor cantidad de atrasos a los colegios, y cuando el atraso no tenía esa causa, servía como excusa igual.


7. La teleserie de las 8.

Momento emblemático e irrenunciable para muchas familias en el cual todos se sentaban a la mesa a comer el pan con mortadela o mantequilla o mermelada y el tecito disfrutando de la guerra de las teleseries, cuando las teleseries eran buenas y la guerra era significativa para alguien más que los bolsillos de los gerentes de canales. Pero a veces sucedía que ibas a la casa de tus amigos o primos y veían el canal contrario al de tu familia, y te sentías traicionando tus principios al ver la teleserie de la competencia y la mirabas de reojo, pero era peor aún cuando la teleserie te llegaba a gustar!! Y luego en tu casa la ponías a escondidas para no deshonrar a tu mamá. Jojo.

8. El vino en caja después del colegio.

Esta es una práctica que no tiene tiempo ni era, sigue siendo la reina de las actividades extraprogramáticas escolares, pero en esa época tenía su qué se yo, ya que los negocios no le daban color por venderte la caja a pesar que andabas con tu uniforme y mochila, y en un tiempo de menos liberalidad y permisos familiares, era lo máximo irse a tomar a la plaza, era de los bacanes. Y era más grosso aún si alguien llegaba a conseguir algo de María Juana, eso si que era un evento memorable, aunque de dudosa calidad, pero en aquellos tiempos, era lo que había no más.


9. Las revistas porno.

Qué internet! Qué RedTube! El Quirquincho, El pingüino y la Playboy del afortunado cuyo padre o hermano mayor podía comprarla, eran la forma de acceder a las fantasías eróticas y sexuales con mujeres exhuberantes. Se escondían en la caja de zapatos bajo la cama, bajo el colchón, entre la ropa, entre los cuadernos, pero siempre eran descubiertas por la visión de rayos X de nuestras madres, pero también siempre podías volver a conseguir una para llevarte al baño o verla bajo las sábanas, tratando de no despertar a los hermanos que dormían contigo, aunque en el momento cúlmine, inexplicablemente, siempre despertaban.



10. El papel craft arrugado en la micro.

Las disertaciones antes de los powerpoint y las transparencias de finales de los 90, se hacían a puro papel craft y cartulinas, las cuales uno se esmeraba arreglando el día anterior hasta tarde, con figuras del Icarito y lápices scripto sin tinta, y que luego eran arrugados y maltratados sin piedad por la gente en el transporte público y había que estirarlos como se pudiera llegando a la sala, pero ya no eran los mismos y el profesor más encima te retaba y te bajaba décimas por presentación. Qué latero!


11. El cantor de micro sin amplificación.

Antes de existir los amplificadores móviles y transportables, los cantantes de micro cantaban a grito pelado (aunque hoy todavía quedan quienes no ceden ante la amplificación). Y quienes no poseían grandes voces se hacían cagar la garganta tratando de hacerse escuchar, y mala cosa era si aquel cantante se ponía al lado tuyo a hacer su show, aunque si subías al máximo el volumen del personal stereo, podías no escucharlo. A diferencia de hoy que con los mini amplificadores ni el volumen megafuerte de los audífonos surround, stereo, HD, super aislados, de colores, DJ, Guachupé, pueden aislarte de escuchar a quien no ha sido dotado de una hermosa voz.


12.La Chica Techno.

A finales de los 90, el techno se tomó las radios, discos, personal stereo, etc., con grupos como 666 y VengaBoys, y unos pasos extraños y movidos, entre ellos el del cubo o la pelota, y mover los brazos y los pies de un lado a otro y cruzándolos, y pasarlos por abajo y hacer figuras extrañas y todo con cara de techno y moños raros y maquillaje fluorescente. Fue tanto el boom que en el Extra Jóvenes estaba el concurso de la Chica Techno y en la teleserie La Fiera había hasta un personaje, la Dj Katia, con Tamarita Acosta cuando todavía hacía de adolescente y no de mamá.


13. El tesoro Copec.

Qué recuerdos, qué nostalgia! Era una de las sensaciones más maravillosas llegar a juntar las monedas del tesoro necesarias para cobrar tu premio en las bencineras. Aunque necesitabas que alguien de tu familia tuviera auto para poder acceder a las moneditas, y si no era así, tenías que contentarte con la moneda que algún tío o tía o amigo te regalaba, y no poder aspirar a ningún puto premio.


14. Ir a jugar (flirtear) a los videos.

En el barrio, en la playa, en el centro de la ciudad rural, siempre había por lo menos un negocio de videos, donde la juventud de la época se encontraba tardes enteras a jugar a las peleas, los flipper o a darse vuelta el juego con etapas. Además podías aprovechar de flirtear con tu pinche y lucirte derrotando a todos o caer en el desprecio al ser vencido y quedarte sin más fichas para jugar.


15. El carteo.

Entre liceos de hombres y mujeres antes del chat y el internet, y el msn, y el facebook y la cuestión que sea, las cartas eran la manera de comunicarse entre ambos sexos. Por lo que el Carteo era la opción para conocer chicos o chicas y funcionaba de la siguiente manera: alguien con un contacto en otro liceo se ofrecía a organizar el intercambio de cartas, en general era alguien popular o que aspiraba a serlo luego de ser la organizadora del mejor carteo del año. Luego uno de los dos cursos hacía una lista con nombres que se pasaba al otro curso y cada persona escogía su destinatario. Se escribía la primera carta y los organizadores hacían la transacción. Y partía el intercambio de misivas de papel de cuaderno que no duraba más de unas semanas, a excepción de ciertos casos en que las chicas y chicos llegaban a conocerse y más excepcionales todavía aquellos que mantenían esa relación. Ya que también existían los fiascos, un chico que se decía el chico de tu vida y luego lo conocías, y plop! Exijo una explicación! Y partiste a intentar con otro carteo.



lunes, 3 de marzo de 2014

 Las 15 canciones que sí o sí bailaste para las alianzas en los 90 (o viste que bailaban)




Ayyyy las alianzas en el colegio, momento de jolgorio y seudo libertad donde lo más importante era ganar al final de la semana habiendo sumado todos los puntos posibles con diversos y divertidos desafíos y competencias. Pero lo más llamativo siempre eran los bailes, cuya preparación no sólo consistía en las coregrafías, sino también en los vestuarios que se mandaban a hacer a la mamá del chico del cuarto b que tenía una empresa de ropa, hasta la escenografía que luego quedaba durante semanas al final de la sala o en un rincón del colegio hasta que alguien se daba la paja de botarla. Por todos esos recuerdos, te invitamos a recorrer aquellos hitazos que sí o sí bailaste, o viste bailar, en las alianzas de tu colegio, liceo o escuela, o lo que sea.
 
1-Siguruchá (Segure O Tchan)

Nunca fue ese su nombre, pero era lo que todos escuchábamos en el coro: Siguruchá, Amauchá, Sigurchachachachacha... cada vez que desde mediados de los 90 no paró de aparecer en cada baile de alianza. Lo más divertido era el intento de samba que nunca igualó a las bailarinas de E O Tchan, aunque siempre estaba la que tenía más dotes que todas y nos avergonzaba con reales pasos de samba. :(


2- Samba de Janeiro

 Siguiendo con los hits basileros, este era imposible de no bailarlo, ya que su coreografía era tan fácil que no había ni que esforzarse en crear una. Pero al igual que el Siguruchá, moverse como la chica de la canción y sus bailarines, era prácticamente imposible.



3- Tiempo de Vals

Chayanne, un ícono noventero por el que muchas suspiran aún, y que sonaba en varias alianzas, cuando tocaba el baile de los cursos más chicos, momento en que los más pequeños y pequeñas salían a pelear por ganar puntaje, vestidos a la usanza antigua y tratando de coordinarse con el compañerito (a) que te obligaban a tener de pareja y que justamente era quien te caía como patá en la guata.



4- Chileno de Corazón

De la fiebre futbolera prácticamente nadie se salva, y en especial el año 98 cuando Chile llegó al mundial, si en el colegio se suspendían las clases para ver los partidos! Y hasta hubo canción... chilenos, chilenos, chilenos de corazón! Salta la barra y dale al tablón, que Chile va a ser campiiión!! Quién no la cantó? Y quién no la bailó? Vestidos de azul, rojo y blanco, con pompones, la cara pintada, y cotillón y papelitos de colores... Sa-Za Sa-Za!!



5- Arena y Sol

En las alianzas desde tiempos inmemoriales ha existido la sección de las imitaciones y no faltaba la chica más dotada que todas las demás y que estaba pintada para decir... Yo soy Marta Sánchez, momento en que todos los chicos grandes o pequeños se agolpaban a orillas de la cancha para no perderse un segundo del show. (Para que decir el profe viejo verde que se colaba para mirar, guácala!!!)



6- 1, 2, 3, un pasito pa aelante María

Ricky, Ay Ricky... Por qué eras de la otra vereda? Pero bueno, igual miles te seguiremos amando como antes, aunque no haya posibilidad de que nos tomes en cuenta. Una de las canciones de esta galán que pegaron fuerte fue la que llevaba por nombre aquel sustantivo propio más que común, pero nunca pasado de moda: María. La cual iba a compañada del doble de Ricky de cada liceo, pero que claramente no le llegaba ni a los talones al verdadero.



7-Magalenha

Ay Brasil, siempre nutriéndonos de grandes hitazos bailables, pero el Axé no es nada comparado a los éxitos de los 90, como Magalenha, aunque si el Sigurachá y la Samba di Janeiro eran difíciles de bailar, esta cuestión se pasó. Ya era la samba misma, esta si que sólo podía ser bailada por las y los más dotados. Por lo que comenzaba a sonar y todos paraban de bailar disimuladamente y hacían un círculo alrededor de él o la única que se la podía con la Magalenha. Aunque no faltaba quien sobrante de personalidad le ponía todo el color y la bailaba igual.

8- Se le para sí, Se le para no!

Se le para el... corazón al viejito. Qué canción más clásica, de culto! La cual era bailada por los cursos más grandes, en donde estaban las bailarinas de sound, la vocalista, igual de sound, y el chico que se disfrazaba de viejo picarón al borde del infarto, con bastón, pelo blanco y joroba y bailaba con las chicas que movían las falditas al ritmo de la cumbia. Lejos de los mejores momentos del concurso de imitaciones.



9- Barbie Girl
Life in plastic... it s Fantastic!! Por eso este también fue baile obligado por varios años, en donde todos querían volverse muñecos de plástico y bailar al ritmo del Eurodance de Aqua. Aunque era pelea segura en la reunión de curso por quién hacía de la vocalista y quién hacía del pelaito que la acompañaba, es decir, Ken, mirado con deseo por el resto de las chicas del colegio.


10- Baby One More Time, Wannabe y Everybody

Los boys y girls band y las solistas poperas la llevaron en la segunda mitad de los 90, pero los más populares claramente eran las Spice, los BasckStreet y la Britney. Los cuales fueron bailados una y otra vez hasta el cansancio en cada alianza de cada colegio de Chile, ya sea para el baile final o para las imitaciones o para lo que fuera. Además los videos ya tenían la coreografía hecha, por lo que era cosa de pedirle al tecnológico del curso que la grabara en un VHS, alguien llevara su reproductor de video cassette, y listeilor, sólo quedaba practicar y practicar.



11- Simarik de Tarkan

Otro guapo noventero pero proveniente del otro lado del mundo, el Medio Oriente, con lo que la música árabe mezclada con toques occidentales llegó para quedarse. Y por supuesto fue rápidamente utilizada en los bailes colegiales, además siempre había alguna chica que sabía bailar árabe, la cual en tres tiempos ya estaba a cargo de la coreografía y enseñando el paso de la cadera, aunque a la mayoría lo único que le salía bien era el besito... Muac! Muac!



12- You can Leave your Hat On

Una de las canciones más sexies de la historia musical, proveniente del cine, y la que todos y todas quisieron bailar alguna vez. No lo nieguen. Era el momento para demostrar lo sexy que eras y ganarte el corazón del chico o chica que te gustaba. Aunque, lamentablemente, quienes terminaban bailando esta canción eran siempre las y los más populares, no había cabida para quienes éramos más pernos (as), teniendo que observar desde la orilla de la cancha como aquellas y aquellos pérfidos populares se lucían.



13- Man, i feel like a woman

Otro de los hits sexies noventeros, pero este ya era de finales de aquella época, y tenía un video donde la guapetona de Shania salía vestida a la usanza masculina y se iba quitando la ropa de a poco, qué mejor! Lo cual fue inmediatamente imitado por las chicas sexies de cada alianza (o sea, las más populares). Aunque nadie, escuchen chicas populares!! NADIE iguala a Shania! Entendieron!!???



14- Chica light (Freebola)

Este era el momento en que las alternativas de los cursos más grandes podían tomarse la pista para ellas, o la cancha mejor dicho. Ya que la canción hablaba de pelo fucsia, tatuajes y locura, aunque en verdad la canción más que hablar de quienes eran alternativos, hablaba de una chica superficial, pero eso no importaba, lo importante era la oportunidad de validar los piercings, el pelo raro y el estilo freak muy reprimido en los colegios en aquellos años (y hasta hace muy poco).




15- Hey Mickey

 Esta canción, proveniente de los años 80, sigue apareciendo de diversas formas hasta el día de hoy, ya sea en publicidad o películas o en fiestas ochenteras y noventeras, y por su tono de cheerleader siempre estuvo presente. Por lo que con pompones, falditas cortas y moños al medio de la cabeza, las chicas que no habían sido seleccionadas para el equipo de cheerleader oficial (si es que el colegio tenía equipo de cheerleader oficial) se sacaban las ganas de ser porristas bailando este hitazo que ha trascendido décadas.


 Cuál hitazo faltó? Cuéntanos!!